De dónde viene el Crochet y hacia dónde va


Esta es la verdadera Historia del Crochet

Todas vosotras, queridas mías, estáis más que acostumbradas a pasaros por aquí, por Otakulandia y por otras webs de factura semejante y descubrir patrones, esquemas, tutoriales, bellos trabajos hechos por bellas manos de bellas tejedoras… Yo también lo hago, disfruto con cada palabra, cada patrón, cada imagen que tiene que ver con el crochet… incluso con algunas que te dejan pensando ¿… en serio? 🙄

No importa si el resultado final es una obra de arte o todo lo contrario, lo que hacéis nos enamora porque está hecho con mimo, con amor, con dedicación y con ese toque de locura maravillosa que tenemos todas las artesanas y artesanos del mundo.

Una pregunta que me hizo pensar

Pero hace unos días una amiga muy querida me hizo una pregunta que no supe responder. Me preguntó sobre el origen del crochet, no exactamente así, sus palabras fueron: «Y esto que haces tú ¿de dónde viene, quién lo comenzó a hacer?»… Me dejó callada. No supe qué contestarle porque no tenía ni idea de dónde venía y ampliando mi inconsciente desconocimiento, tampoco se hacia donde nos llevará.

Visto lo visto tocaremos la Luna y el resto del universo con nuestros trabajos en punto enano, punto alto, punto medio, punto margarita… y los miles y miles de puntos que ya hay con nombre e incluso alguno, con apellidos (el Pop Corn, por ejemplo 😂).

¡Qué triste que lleve haciendo crochet desde los cinco años y a los sesenta… no sepa a quién se le ocurrió comenzar a tejer con un humilde ganchillo en vez de las dos agujas de rigor! Esta revelación me chafó y prometí poner fin a mi ignorancia en cuanto tuviera un hueco para hacer una exhaustiva investigación y una adecuada presentación de lo descubierto como lo que veréis hoy aquí.

Siempre sois bienvenidas y bienvenidos, lo sabéis

Si os aburre, podéis dar un paseo por el resto de la web, seguro que hay algo que os sorprenderá y os alentará a volver a visitarnos. Siempre seréis bien recibidas, ya sabéis que tenemos otra debilidad, además de nuestro amor por el Crochet, nos encantáis vosotras, arañitas mías. Os dejo el link de la última entrada de Otakulandia, así, si no tenéis hoy ganas de la clase de historia, tampoco os perdéis las novedades:

Mini coronitas de Navidad, no las compres hazlas tú

A vosotras, las valientes, las que os habéis quedado como yo me quedé ante la pregunta de mi amiga y si necesitáis saber más del bello arte que os enamoró hace tiempo, os contaré la mejor parte de la historia que seguro os atrapará… es la historia de nuestras predecesoras, las primeras mujeres a las que se les ocurrió utilizar, bien sus dedos, bien un palito pulido y con gancho en la punta para conseguir tejer con bastas lanas prácticamente sin tratar, ropas y prendas de abrigo para sus hombres, niños y para ellas mismas.

De dónde viene el Crochet y hacia dónde va

El frío y la necesidad de hacerse las ropas porque la economía era ínfima, dio alas a la imaginación de estas mujeres anónimas (por desgracia, porque ojalá supiéramos quién o quiénes fueron las artífices de la maravilla que hoy por hoy, conocemos como el arte del crochet, o del ganchillo o como lo llaméis en vuestro país o en vuestro idioma).

Muchos años han pasado desde que se tuvo constancia de los primeros libros editados de patrones para crochet; muchas especulaciones se han escrito sobre la presunta historia del crochet… que si se originó en China, que si fue en Arabia… puede que fuera en Sudamérica, otros dicen que los primeros que tejieron con un gancho de madera o hueso fueron los egipcios… e incluso hay quién postula que el crochet nació en África… en realidad no hay constancia de nada de esto y mucho menos restos de tejidos o herramientas (ganchillos) que demuestren dichos postulados.

Los «estudios@s o investigadores» del arte del crochet, tienen diferentes conjeturas al respecto de cómo se originó y cómo se extendió por el mundo utilizando las rutas comerciales que entonces habían. Son conjeturas y hoy aquí no tengo ganas de incurrir en el mismo error que el resto de los/las que escribieron sobre la «presunta historia del crochet en tiempos remotos»…

¿Dónde y cuándo nació el arte del Crochet?

No os lo vais a creer, pero es que nadie lo sabe con seguridad. En realidad yo, particularmente, no tengo ningún interés en saber si fueron los trogloditas los que con un hueso forjaron las primeras herramientas para tejer tiras de piel o bien si los egipcios se curraban bellos artesonados para sus parafernalias quijotescas en las que uno iba más guapo muerto que vivo… Me da igual.

Lo único que me importa es que hubieron mujeres, de las que que tenemos constancia, que hicieron lo posible por extender esta artesanía y convertirla en algo popular y maravilloso, lo que hoy a muchas de nosotras, nos ha dado un oficio y además con beneficios.

De ahí que ahora, hablemos de lo que SÍ SABEMOS de la historia del crochet y de las personas que consiguieron que llegara tan, tan lejos como para que actualmente el crochet haya avanzado tanto como para considerarlo una terapia para un buen puñado de problemas tanto físicos como psicológicos y no lo digo yo, lo dicen profesionales de la medicina y de la psicología, aconsejándolo como terapia para trastornos diversos (artritis, artrosis, depresión… )

Recorriendo la ruta del Crochet por la Historia

👉🏽 Según la danesa Lis Paludan los orígenes del crochet están en Europa (no sabemos muy bien porqué lo dijo, suponemos que como ella era europea, pues eso…) y tiene una teoría basada en parte en la lógica pura y dura y en parte, en su gran imaginación, ya que ha sido imposible demostrarlo, aunque no quita que pudiera tener algo de razón, eso quizá jamás se sepa o algún día alguien descubra en algunas ruinas, tejidos o ganchillos de la época que corroboren semejantes pseudo-afirmaciones… Os cuento:

En su búsqueda de datos e información sobre el crochet, Paludan dio con algo muy importante: la primera revista que publicó patrones de crochet. Se llamaba Penélope y trataba de todo tipo de manualidades, era holandesa y la publicación estaba fechada en 1824. Llama la atención que ya por aquel entonces, la persona que escribió el artículo de los patrones se refería al crochet como algo nuevo y con muchas adeptas y seguidoras. El crochet ya se consideraba popular.

Puede que no, puede que sí

Según esta dama danesa, el crochet se origina en Arabia (no dice exactamente dónde y dado que Arabia es tan grande, también habría podido hablar de Marte y su alegato tendría la misma solidez, o sea, ninguna) y se extiende por las rutas del comercio árabe (eran super reconocidas y de las más seguras de aquel momento) llegando hasta el resto de países que rodeaban el mar Mediterráneo…

Este pasaje nos explica lo que Paludán ya había escuchado en Dinamarca a personas que contaban cuentos sobre su pasado y la fórmula para combatir el frío terrorífico que sufrían en invierno. Tiene mucho sentido que no haya muestras de estas prendas, dado que al ser de uso común y utilitario, lo lógico es que cuando estuvieran deterioradas, las reciclaran y reconvirtieran en otras prendas o en otras cosas como alfombras, colchas, etc.

Datos sin evidencias reales, no son fiables

👉🏽 Por otra parte, Annie Potter, una estudiosa y reconocida experta en el tema que nos ocupa, dice en sus disertaciones que el crochet tal y como se conoce hoy en día, se desarrolló allá por el siglo dieciséis… a saber… y para rematar la ecuación de tres expertos con respecto al título de este post (De dónde viene el Crochet y hacia dónde va).

El señor Walter Edmund Roth tuvo la fortuna de poder demostrar que el crochet era una práctica habitual en los descendientes de los indios de Guayana en 1916… Llevaban prendas, ornamentos y joyas que estaban realizadas en crochet. Esto, queridas señoras es de verdad una «evidencia»… lo demás es bla bla bla…

 

Walter Edmund Roth y sus estudios sobre los aborígenes de la Guayana

 

¿Sabes dónde se hicieron los primeros amigurumis?

👉🏽 Y ahora nos vamos a China, porque os tengo que decir que no fueron los japoneses los creadores de los maravillosos Amigurumis que conocemos hoy en día, fueron las mujeres chinas… ¿qué, cómo os habéis quedado? como yo seguro, de pasta de boniato…

Bellas mamás y bellas abuelitas tejían desde hace mucho, muchísimo tiempo muñequitos para calmar, consolar y confortar a sus bebés ¡¡os adoro por haber comenzado a hacer lo que yo más amo del crochet… muñequitos en 3D para que jueguen todos los nenes del mundo mundial!!

Es cierto que el hecho de que en China hubiera (y haya aún) tantísima pobreza, impelía a estas extraordinarias mujeres a inventar lo que hiciera falta para que sus pequeños y pequeñas tuvieran un juguetito para jugar. ¡Os quiero por esto!

¡Con la Iglesia hemos topado!

👉🏽 Lo siguiente que os voy a contar y hablando de China, os sonará a chino, porque muchas de vosotras sois jóvenes y no habéis vivido una época de opresión y oscurantismo como se vivió en Europa en siglos anteriores. Algunas hemos tenido la mala pata de vivir un coletazo de ese oscurantismo después de una guerra brutal entre hermanos… No voy a hablar de ésto, ya pasó y no es el tema de hoy, sigo con lo mío:

Ahora hablo del crochet y del siglo dieciséis que, al parecer es el primero del que se tiene alguna referencia realista sobre el arte del Crochet. Asombrosamente (o no, depende de vuestras vivencias con monjitas) las monjas italianas tejían en crochet para la Iglesia… aunque los conocimientos de este arte se lo guardaban para ellas solitas… no lo compartían porque era algo suyo, divino, o yo que sé porqué… pero si que se ha confirmado que hay pañitos de misa con bellísimas puntillas hechas en hilo y en ganchillo.

¡Eran muy suyas las monjitas de entonces…!

Claro que siempre hay alguien maravilloso que despunta y este es el caso de una madre superiora de un convento situado en el puerto de Youghal (Condado de Cork, Irlanda), era el convento de la Presentación. Hay quién dice que copió en crochet un encaje de los que se llevaban en la época que se hacía por otros medios de artesanía y animó a sus monjitas para que enseñaran a la gente en el pueblo y pudieran trabajar desde sus casas y ganarse la vida.

Después de esta iniciativa tan bonita, con el tiempo los conventos del país se pusieron manos a la obra y enseñaron a todas las personas que quisieran. Fue uno de los medios para salir de la miseria en la que muchas familias estaban inmersas.

En época de precariedad las familias se dedicaban al completo a esta artesanía, incluso trabajaban en comunidad, se dividían el trabajo para que cada uno pudiera realizar lo que mejor se le diera y lo más rápido posible. Más tarde se ensamblaban las puntillas y encajes en las prendas finales. Trabajaban a destajo y en cadena.

Las monjitas de ahora son más modernas, llevan smartphones y dominan internet mejor que yo, muchas tienen carreras estupendas terminadas y además, son más guapas, más altas y más hermosas. (Me gustan las monjitas, la mayoría son mujeres extraordinarias, a pesar de que por aquél entonces algunas no quisieran o no les dejaran compartir sus «secretos del convento», entre otras cosas, las recetas de sus postres… ¡riquísimos todos los que he probado!) 😍

Tejido del Pastor

👉🏽 Continúo con las referencias reales, en 1912 sale a la venta un libro de Elizabeth Grant «Memoirs of a Highland Lady» en el que rememora una visita que le hizo a uno de sus parientes, un anciano, en un viaje que hizo en 1812 a Escocia:

«… A veces, cuando no estaba bien, vestía una capa a cuadros y una gorra de dormir, roja o blanca, hecha por su laboriosa esposa en un punto que ella llamaba tejido del pastor; se hizo con un pequeño gancho que ella misma se fabricó, a partir del diente de un viejo peine de carey, y solía enrollar su lana tejida en casa tan rápido como podían moverse los dedos, haciendo no solo gorras, sino también calzones y chalecos para ropa de invierno para su viejo esposo, al que ella cuidaba tanto.»

 

Gancho de marfil para tejido de pastor

Gancho de marfil tejido de pastor con calibre de 1 pulgada. (Foto cortesía de Nancy Nehring)

Buscando el hilo del crochet por parajes fríos

👉🏽 Otra línea de investigación, no suficientemente documentada (como casi todas las que tienen que ver con el crochet) nos llevan a pensar que en Rusia, los Balcanes, Turquía, Europa del Este y Asia Central quizá tengan mucho que decir sobre el linaje del crochet, pero repito, no se tiene ninguna muestra o referencia que nos constate este hecho.

Lo que tiene sentido es que, al ser países en los que la cultura de los tejidos, hilados, bordados y demás estaba tan extendida y era tan común… por lógica puede que ya conocieran la técnica y la estuvieran utilizando desde hacía años. Sólo es otra especulación, no hay nada definitivo que avale esta teoría.

Ole Olufsen, explorador danés, llegó en 1890 a la región del Pamir, remoto lugar que está en la zona más alta del Himalaya y allí descubrió uno de los tesoros más deseados del lugar, los calcetines «jurabs«, hechos por las mujeres y llenos de estampados y colores maravillosos, muy gruesos y pesados, ideales para combatir el frío del lugar.

De ahí que fueran considerados como un obsequio muy preciado en un país donde la pobreza y el no disponer prácticamente de nada, convertía algo tan sencillo como unos calcetines calentitos en algo más que un simple regalo hecho a mano, se consideraban imprescindibles para la supervivencia.

 

jurabs de la región del Pamir en el Himalaya

Jurabs tejidos, calcetines típicos de la región de la Cordillera del Pamir

 

Tanto llamaron la atención de Ole Olufsen que fotografió varios de éstos jurabs y de entre todos los que estaban hechos con dos agujas, un par de calcetines tenían, asombrosamente, partes hechas en crochet.

 

Jurabs actuales de venta en tiendas online

Modernos Jurabs hechos a dos agujas

¿Sólo tenían ganchillos de un tamaño? ¿En serio?

👉🏽 Desde la antigua Persia, descubrimos que existió un vínculo muy estrecho con los pueblos de la cordillera del Pamir. Fue una cultura rica y muy antigua, preservada por la gran cordillera considerada una de las más altas e intransitables del mundo, sus costumbres, sus danzas, su idioma y sus artesanías se mantuvieron durante muchos años antes de que les alcanzara la «era moderna», permitiéndoles que dichas costumbres se mantuvieran prácticamente sin cambios.

En Pamir se descubrieron ganchos o ganchillos caseros pero que difieren de los que conocemos hoy en día, son planos y al parecer sólo tenían un tamaño.

 

 

Se ha especulado sobre el cómo llegó la artesanía del crochet a un lugar tan remoto, pero también es verdad que el Pamir fue una de las rutas de la seda más importantes del mundo, por lo que no sería de extrañar que sus gentes aprendieran de cualquiera que lo dominara o que vendiera sus productos entre los pueblos a los que llegaban.

Colonizando y contagiando tradiciones

👉🏽 Cuando los suecos colonizaron Finlandia «contagiaron» la tradición de tejer en crochet a los finlandeses. Uniendo las tradiciones se consiguieron piezas maravillosas, sueters llenos de colores alegres y que se tejían prácticamente en una pieza, desde abajo hacia arriba.

Se llamaban Korsnas y a lo más que se ha llegado es a tener muestras de 1820, de antes de esta fecha no hay ninguna referencia.

 

Suéter Korsnas hecho en 1880

Detalle del suéter Korsnas que muestra un yugo de ganchillo, fechado en 1880. (Foto cortesía de Nancy Nehring)

La pobreza agudiza nuestro ingenio para la supervivencia

👉🏽 Durante el siglo XIX, ninguna mujer de la clase baja podía permitirse comprar encajes para embellecer sus ropajes, eran algo intocable, dirigido sólo a la clase pudiente. Todo era tan caro para la clase obrera que tuvieron que, como siempre, agudizar el ingenio y conseguir lo que necesitaban pero mucho más barato.

El crochet fue en esos momentos lo óptimo para conseguir los deseados encajes, no tan finos o elegantes, pero sí lo suficientemente cucos como para decorar y hermosear un bonito vestido hecho a mano, o un ajuar para la novia o la canastilla para el bebé.

Con un ganchillo que puede construirse de madera bien pulida y algo de lana (aunque sea burda) o de hilo (si se había ahorrado para comprarlo) y sus hábiles manos… ya disponían de los instrumentos necesarios para hacer prácticamente, cualquier cosa tejida, incluidos bellos encajes que no por estar hechos en crochet, eran menos maravillosos.

 

Crochet Irlandés en la época Victoriana

Investigando a fondo

Pero después de ésta disertación, seguimos sin saber De dónde viene el Crochet y hacia dónde va… por eso continúo rebuscando y desechando a la papelera toda la información repetida, fake, falta de interés o deformada hasta encontrar joyas como éstas:

👉🏽 De entre todas las mujeres que extendieron e impulsaron el arte del Crochet, es la señorita Eleonore Riego de la Branchardiere. Mitad inglesa y mitad francesa, era una enamorada de todo lo que tuviera que ver con bordar, coser, tejer… tanto es así que se dice que su primer libro lo publicó con sólo doce añitos, no sabemos si es verdad, pero al parecer es lo que se cuenta de ella.

Se le considera la inventora del Crochet Irlandés y siendo uno de los más bellos del mundo, es increíble y maravilloso saber de ella y todo lo que hizo.

 

 

Una mujer adelantada a su época y con muchas ganas de hacer cosas lindas y de enseñar a hacerlas a otras personas, claro que por el precio de sus libros se limitaba a la clase alta, aunque con el tiempo, todo el mundo tuvo acceso a sus conocimientos en todas las artes que tocaba. Eleonore falleció nada menos que con 72 libros publicados en su haber… increíble ¿no os parece?

Os dejo una biblioteca online que tiene sus obras, lo que no tengo claro es de si las entenderéis ya que seguramente estén en inglés o como mucho, en francés, pero por mí que no quede 😉

Southampton Library

Los bellos diseños

👉🏽 La autora de «El manual de costura, decorativos y ornamentales» (1846) Miss Lambert, se refirió al crochet con las siguientes palabras:

«… el crochet no llamó una especial atención hasta hace unos siete años. Desde entonces se ha perfeccionado y ha conseguido ser el preferido de entre las demás artes de tejido conocidas. Es más sencillo que tejer y probablemente la variedad y la complejidad de los puntos tejidos sean imposibles de reproducir con el crochet, el punto es más limitado, pero los diseños son más bellos, se pueden hacer en varios colores y además, son más fáciles de trabajar.»

Por cierto, si os apetece haceros con el libro, os dejo el enlace para que accedáis a su descarga en PDF, completamente gratuita, eso sí, está en inglés, pero supongo que para muchas de vosotras, ésto no será ningún impedimento. El nombre que veis en el enlace es el original.

The sewing, decorative and ornamental manual 1846 

Si tenéis la oportunidad de descargaros el libro y lo entendéis, veréis que por aquel entonces, en 1846, el crochet en Inglaterra tenía una cantidad muy limitada de puntos. Los primeros patrones que se lanzaron en aquella época se basaban en el ganchillo de tapiz, aunque no tardaron mucho en aumentarse.

La señorita Lambert comentaba a menudo que el crochet que las holandesas ya dominaban desde hacía veinte años, había conquistado Gran Bretaña y seguía reafirmándose y creciendo a toda velocidad.

La Revolución Industrial y el crochet

👉🏽 Fue durante la Revolución Industrial cuando toda Europa se sumió en cambios sociales que tuvieron mucho que ver con nuestro querido crochet. Al construir grandes factorías donde la ropa se hacía en serie, todo lo que tuviera que ver con la artesanía manual, se convirtió en un hobby y dejó de ser una necesidad.

Las artesanas o artistas del crochet se decantaron por unirse al arte de la fabricación de encajes, lo que volvió a impulsarlo y florecieron los puntos, los diseños, los patrones con dibujos y por supuesto las nuevas técnicas que hoy reconocemos como el crochet actual.

El crochet ayudó a cientos de familias a subsistir cuando todo en Europa se estaba desmoronando en la mitad del siglo XIX. Lo pasaron francamente mal, sobre todo en Irlanda y Francia, las guerras fueron demoledoras con las economías del momento en los países, lo que hizo que muchas personas tuvieran que utilizar sus capacidades y su ingenio para poder sobrevivir y poder llevarse un pedazo de pan a la boca.

Tanto las mujeres como sus hijos luchaban por dicha supervivencia y el hecho de saber hacer ganchillo, les ayudó a conseguir un dinero que les daría de comer. Tejían de día y de noche, las familias se unían y sacaban adelante mantas y ropas de abrigo que después vendían a la clase media e incluso las importaban a otros países.

Y comienza la Industria del Crochet

👉🏽 El tejido es mucho más rápido y las prendas se rematan antes que con dos agujas, lo que les hacía trabajar a destajo y de ahí que la gente adinerada pensaran que era algo más bajo, de menos calidad o categoría, lo llamaban con desdén: «el encaje del pobre«.

¡Qué equivocados estaban! ¿No os parece?

Incluso la reina Victoria de Inglaterra se había enamorado del crochet, no dejaba de defenderlo y compraba abiertamente aquello que le gustara. En la fotografía de más abajo la podemos ver trabajando en una pieza con su ganchillo y su lana. Era una forma de relajarse y en cuanto tenía un ratito, se ponía a tejer estuviera quién estuviera con ella.

 

La reina Victoria de Inglaterra amaba el crochet

Victoria, reina de Inglaterra haciendo crochet

 

Tal era su amor por este arte que terminó, como suele ocurrir, popularizándose y a los que lo habían menospreciado, eran los que más lo alababan en ese momento. El crochet se puso de moda y esa fue una de sus épocas doradas.

Es curioso que después de tanto tiempo de ser denostado y menospreciado, el crochet irlandés se llegó a considerar como parte de la profesión de alta costura. Se realizaban encajes de crochet irlandés para vestidos completos de las damas, puños de las camisas, cuellos de blusas, volantes, guarniciones e incluso los hombres también tenían su complemento en encajes en algunas de sus prendas.

Traspasando fronteras

Los grandes modistos de las ciudades más emblemáticas del mundo como París, utilizaban estos encajes irlandeses hechos a mano en crochet, como algo de lujo. Hoy por hoy siguen siendo de los más bellos que existen. Son muy peculiares, elegantes y están muy trabajados. Si ves un encaje irlandés en crochet, te quedarás asombrada por la belleza de su factoría.

Dos mujeres con una misión de altura

👉🏽 Me gustaría hacer una mención especial a un par de mujeres con una visión comercial increíble; la primera Grey Porter que en siglo XIX se las ingenió para crear una industria en la que dio opción a trabajar a los indigentes haciendo crochet; esto ocurrió en la ciudad de Carrickmacross, Irlanda. Se sacaban un sueldo y podían vivir gracias a su iniciativa.

 

Bellas puntillas antiguas de crochet irlandés

Bellas puntillas antiguas de crochet irlandés

 

En Clones, otra localidad irlandesa, la sra. Hand tuvo la misma idea, convirtió el crochet en una industria en la que llegó a tener a más de 20.000 mujeres y niñas tejiendo, se sacaban un salario suficiente como para no pasar hambre.
Trabajaban en sus casas, sólo tenían que recoger el material y hacer lo que se les pedía al por mayor.

 

Bellos motivos florales antiguos de crochet irlandés

Bellos motivos florales antiguos de crochet irlandés

 

Protegían sus patrones como oro en paño, dependían de ellos para poder ser competitivos, originales y vender los productos hechos por sus operarias. Ambas familias estuvieron distribuyendo sus productos en grandes ciudades europeas e incluso llegaron a vender en ciudades tan impresionantes como San Francisco o Nueva York.

La importancia de Flora Klickmann (1867-1958) en el arte del crochet

Después de todo lo dicho, debo reconocer que me he guardado lo mejor para el final de la primera parte del artículo, la mujer que nos ha dejado mudas por su capacidad asombrosa para crear patrones, comunicarlos en sus libros y hacer que entendamos hasta dónde llegaba la imaginación de las artesanas del crochet de entonces, es Emily Flora Klickmann, nacida en Londres en un mes de enero del 1867.

Fuente: Enfys.me.uk

Patrón de puntilla en crochet de Flora Klickmann

Patrón de puntilla en crochet de Flora Klickmann

 

Amaba la música, tanto que desde niña estaba graduada para hacerse pianista concertista. No tuvo suerte por culpa de un problema de corazón, los médicos le aconsejaron que lo dejara por el estrés que suponían tantas horas y horas de prácticas. No lo hubiera resistido, según ellos.

 

Patrón de entredós trabajo en crochet de Flora Klickmann

Patrón de entredós trabajo en crochet de Flora Klickmann

 

Dado que no podía hacer lo que le pedía su vocación a los 21 años se hizo profesora de música, pero con el tiempo comenzó a escribir como comentarista musical, lo que le hizo reconsiderar su profesión y lanzarse a estudiar periodismo llegando a ser escritora e incluso editora en 1908 de Girl’s Own Paper (quiere decir algo así como «El periódico de la niña»), una revista de mucho éxito dirigida a niñas y jovencitas.

Ya en la editorial, innovó e introdujo temas originales que no se habían tratado antes, entre los que se incluían consejos para ayudar a las niñas a elegir la carrera que podrían estudiar, cómo vestir adecuadamente, manualidades y concursos fotográficos.

 

Revista para mujeres

Revista para mujeres

 

Este cambio en la revista hizo que tuviera un montón de suscriptores nuevos. En adelante la revista se llamó The Girl’s Own Paper and Woman’s Magazine (El periódico de la niña y la revista de la mujer).

 

Flora Klickmann

ROSETÓN EN CROCHET

 

El trabajo excesivo y el estrés le provocaron un fallo cardíaco que le llevó a tener que operarse en Londres. Esto le ocurrió entre 1912 y 1913. Durante un tiempo intentó mejorar descansando en una cabaña que alquiló para estar más relajada y lejos de todo lo que pudiera hacerle daño, pero no consiguió mejorar y no le quedó otra que pasar por quirófano.

Todo salió bien, pero cada vez más se enamoró de vivir en el retiro de su cabaña y terminó por dedicarse a ser editora a distancia. Curiosamente el mismo año que le operaron, fue el que eligió para casarse.

Breve Bibliografía de Flora Klickmann

Nuestra protagonista colaboró con revistas, escribió, editó y publico libros geniales en los que el crochet fue también pieza clave de sus obras y si tenéis curiosidad por saber más, os dejo una breve bibliografía de sus trabajos literarios, entre los que se encuentran algunos de los patrones más elaborados, bellos y maravillosos del mundo del crochet. Eso sí, están en inglés… ¡Qué le vamos a hacer!

The Home Art Crochet Book (1912)

[El libro del arte casero del crochet]

 

En su portada nos anuncia que contiene diseños nuevos para lencería y muchas más cosas que hoy por hoy nos costaría ponernos a hacer por el «extremado puntillismo» de los patrones y porque se publicaban a medias. Tenemos costumbre de ver los patrones absolutamente rematados y con todo tipo de detalles, y más si son de revistas o libros de patrones en los que nos gastamos el dinerito ¿verdad?

Entonces les era suficiente con la base del trabajo, todas las artesanas conocían o intuían cómo dar la vuelta en una fila y cada cadeneta que necesitaban para hacerlo. Hablamos de la época victoriana y de que el mundo iba más despacio que ahora, había tiempo para hacer y deshacer con tranquilidad.

Os dejo una imagen de un barco en filet crochet en la que se vislumbra el sistema de patronaje de entonces. Así eran todas las imágenes, el motivo final y el resto ¡apáñatelas!

 

barco en filet crochet

Patrón de barco en filet crochet

 

Así mismo anuncia en la portada que:  «Para cualquiera que se interese por el ganchillo en hilo, este libro está lleno de deliciosa inspiración» 

The Home Art Book Of Fancy Stitchery (1912)

[Costura Elegante]

Costura elegante

The Home Art Book Of Fancy Stitchery (1912)

 

Fue su segundo libro publicado y como veréis, en el mismo año. En su portada se lee:
«…Con nuevas ideas para aplicar Crochet a la lencería y al trabajo de abalorios y puntadas elegantes para recortes de vestidos… filet crochet zurcido… crochet irlandés…» y más artesanías de costura y bordado que en aquella época eran tan apreciadas y valoradas.

El libro que no está dedicado exclusivamente al crochet, pero en su interior hay patrones que me han fascinado por la belleza de su factura y lo increíble de su creatividad.

 

CENTRO DE CROCHET VENECIANO

 

Sólo con ésta imagen del «centro de ganchillo veneciano» os haréis una idea de la calidad del trabajo de esta mujer tan fantástica. Las instrucciones para hacerlo vienen detalladas tanto para el propio motivo principal y para todo lo que le rodea. Una belleza, sin duda.

The Craft of the Crochet Hook (1912)

[El arte del Crochet]

El arte del crochet

The Craft of the Crochet Hook (1912)

 

En su portada proclama lo que nos encontraremos en el interior: «Libro con nuevas ideas en ganchillo con diferentes métodos novedosos para aplicar en ropa de cama personal y doméstica y en la decoración del hogar.»

 

Patrón crochet básico antiguo

Patrón Crochet Básico

 

Con este libro la autora se centra en el crochet básico y el crochet irlandés en alguna de sus lecciones. De entre todos los libros que escribió y publicó Flora, con éste se coronó como una de las mejores creadoras de motivos de crochet irlandés, está muy bien considerada ya que sus creaciones están dotadas de algo mágico y maravilloso… el amor que le tenía al crochet se nota en cada una de sus explicaciones, de sus imágenes, de sus anotaciones.

The Modern Crochet Book (1913)

[El Libro moderno del Crochet]

El libro moderno del crochet

The Modern Crochet Book (1913)

 

Otro libro en el que nos encontraremos muchas ideas originales para crear combinaciones de crochet con bordados, en los que incluye nuevos y bellos motivos para utilizar en diferentes sitios: adornos para la ropa tanto interior como para vestirse y para todo el menaje de ropa de casa como sábanas, colchas, mantas, toallas, etc.

Artistic Crochet (1914)

[Crochet artístico]

Crochet artístico

Artistic Crochet (1914)

 

Aquí Flora incluye puntillas y ribetes para la ropa interior, adornos para los vestidos de las damas, unos maravillosos diseños florales hechos de forma exquisita en crochet irlandés y sugerencias y trucos prácticos para las novatas en el arte del crochet y para las expertas, para su utilización en colchas y otras telas para cortinas, pañitos y manteles y más. Un libro precioso.

The Modern Knitting Book (1915)

[El Libro moderno del Tejido]

El libro moderno del tejido

The Modern Knitting Book (1915)

Más ideas para abrigos, gorras, capuchas, prendas para los peques, calcetines y medias de las que se llevaban entonces, patrones para ropa interior y más patrones novedosos para tejer en dos agujas. Ya, ya se que no es de Crochet, pero esta mujer literalmente «tocaba todos los palos», de ahí su grandeza.

Beautiful Crochet on Household Linen (1916)

[Bello crochet en lencería del hogar]

Bello crochet en lencería del hogar

Beautiful Crochet on Household Linen (1916)

 

Esta obra se centra sólo en patrones para lencería del hogar, entre otras cosas, para hacer manteles, puntillas para las toallas, tapetes (carpetas) para los aparadores, conjuntos salvamanteles para el té, cortinas para vestidores y algo inusual y muy original ¡piezas para decorar los inodoros del cuarto de baño! Era, sin duda alguna una innovadora con una imaginación que no tenía límites.

Hardanger and Cross-Stitch (1918)

[Hardanger y punto de cruz]

Hardanger y punto de cruz

Hardanger and Cross-Stitch (1918)

 

Soy consciente de que la mayoría de vosotras no habréis oído hablar del bordado Hardanger en vuestra vida ¿acierto o me equivoco?… Es lógico, porque queridas mías somos crocheteras, no bordadoras y aunque me consta que a muchísimas de nosotras nos privan los bellos bordados y el punto de cruz, lo cierto es que se utilizan sólo para dar algún que otro retoque en nuestras creaciones de crochet, para hermosearlas o enfatizar algún detallito que nos apetezca resaltar.

No obstante al ser una de sus más bellas obras, he querido romper una lanza a favor de éste libro de Flora e incluirlo como parte de su bibliografía aquí en Otakulandia y explicaros brevemente lo que es el bordado Hardanger para que, las que estéis interesadas, sepáis por dónde va la cosa:

El Hardanger es un bordado que se trabaja de forma tradicional con hilo blanco sobre lino o cualquier otra tela, pero siempre en blanco y con una trama de tejido que sea uniforme. Esto es imprescindible dado que la técnica que utilizan en este bordado se basa en contar hilos y «dibujarlos».

Es sólo un apunte, si queréis saber más, debéis consultar en nuestro queridísimo amigo Google, seguro que os enteraréis mejor que con mi explicación que, por otra parte es la explicación de una auténtica profana en el arte del bordado.

Distinctive Crochet (1919)

[Distintivo Crochet]

Distintivo crochet

Distinctive Crochet (1919)

 

Flora Klickman, nuestra protagonista, se explaya en esta obra con piezas para la ropa, y lo hace en diferentes tipos de crochet: inglés, veneciano, irlandés, filet crochet… Encontraréis bellísimos diseños de flores naturales y pájaros. Es, sencillamente maravilloso, una de sus joyas.

The Stitchery Annual (1913)

** [Blog de Costura Anual]

** Es una traducción libre sobre lo que la autora ofrece en su libro pero, en castellano no tendría sentido decir sencillamente «costura anual»

Blog de costura anual

The Stitchery Annual (1913)

 

Este blog se publicó cada trimestre, era un suplemento de The Girl’s own Paper and Women’s Magazine, la revista en la que Flora colaboraba. Contaba cada uno de ellos con cuatro números, el de la imagen superior era el Volumen 1.

The Little Girls Knitting and Crochet Book (1916)

[El libro de tejido y crochet para las niñas]

El libro de tejido para las niñas

The Little Girls Knitting and Crochet Book (1916)

 

Libro dirigido a las peques de la casa. Eran otros tiempos, por aquel entonces se empezaba a coser, bordar y tejer a edades muy tempranas, y por supuesto siempre eran niñas. No era un trabajo para hombres, según la cultura y las ideas de esa época.

Lo que si que es cierto es que cuando una nena tenía doce o trece años, ya se consideraba una auténtica experta en cualquiera de las artes en las que se hubiera estado formando.

 

Joven irlandesa haciendo crochet. Pintura de William-Adolphe Bouguereau 1889.

Joven irlandesa haciendo crochet. Pintura de William-Adolphe Bouguereau 1889.

 

Gracias estos y a otros libros semejantes, aprendían más y mejor y eso suponía que en el futuro pudieran conseguir dos objetivos: tener todo lo necesario para su hogar y sus ropas hecho con sus manos y de ahí, mucho más ahorro que si tuvieran que encargarlo a otras personas y como segundo objetivo, podían ganarse la vida muy bien con lo que habían estado aprendiendo desde los tres o cuatro años.

 

APRENDIENDO A TEJER - Pintura de Eugene de Blass

APRENDIENDO A TEJER – Pintura de Eugene de Blass

Flora fue una escritora incansable, no sólo escribió sobre crochet. Publicó libros de consejos, jardinería, cocina, cuentos infantiles, novelas… Algunas de sus obras han sido publicadas durante estos últimos años.
Esta maravillosa y gran mujer falleció en 1937 a la edad de 91 años.

Descargas de libros antiguos en Pdf

👉🏽 Las fotografías que veréis aquí son de los libros originales escaneados, ahora ya de dominio público. Si te apetece ver más e incluso intentar sacar adelante alguno de estos patrones (¡serías super valiente!), podrás descargártelos de la Biblioteca de forma gratuita. Por supuesto os dejo el Link bajo la imagen 😀

 

Librería de patrones antiguos

Antique Pattern Library

 

Biblioteca de patrones antiguos

Y si lo que deseas es tener patrones más a modernos y no te importa pagar por ellos, también te dejamos el Link del que hemos sacado algunas de las imágenes para éste post:

Fuente: Long Thread Media Shop

 

Y ahora, ¿hacia donde va el Crochet?

Comprendo que muchas de vosotras hayáis descubierto el crochet no hace tanto tiempo y tiene lógica. Debo decir que el crochet ha tenido momentos sublimes en la historia de la humanidad y otros en los que apenas se sabía nada de esta artesanía, salvo que las abuelitas seguían dándole al ganchillo sin que les importara si estaba de moda o no.

 

Abuelita haciendo crochet-autor desconocido

Abuelita haciendo crochet-autor desconocido

 

Es gracias a ellas y a otras mujeres que no han dejado de lado esta técnica del tejido por lo que hoy estamos todas aquí, en Otakulandia y en otras webs, pululando, aprendiendo, conociendo a maravillosas artesanas con lo que llaman en Andalucía «duende», en este caso el duende de las tejedoras 😍

Hablando del siglo XX

Del que muchas de nosotras procedemos y recordamos, en la década de los 50 pusieron de moda el crochet gracias al movimiento Hippie. Se les veía con chalecos y ropajes hechos a base de grannys square (los cuadraditos de la abuela de toda la vida). En los 60 y los 70 todo el mundo tenía un vestido, una camiseta, un poncho, un cinturón, un bolso o cualquier complemento imaginable, hecho en crochet.

 

Moda hippie crochet

El Crochet en la Moda Hippie

En los 90, de repente, los ganchillos pasaron a un segundo lugar, ya no se veían tantas cosas hechas en crochet y la moda se olvidó por completo de de aquellos tiempos en los que si no tenías una prenda de ganchillo, no eras de la «movida chic» y no estabas «en la onda».

En los últimos años las cosas han cambiado exponencialmente, bien es verdad que internet tiene mucho que ver en el auge que ha cogido el crochet. Hoy he puesto la palabra «crochet» en el buscador de Google y me he encontrado con que tiene 615 millones de resultados ¿no os parece una auténtica locura?.

Los amigurumis se han convertido en algo cotidiano que incluso los profanos, conocen. En realidad la palabra «amigurumi» quiere decir: muñequitos tejidos a mano y es exactamente por eso, por estar tejidos a mano por lo que nos han enamorado y muchas de nosotras nos hemos decantado a intentar aprender más y más sobre la técnica en 3D del crochet.

** Por cierto, aquí tenéis unos cuantos cientos de amigurumis, si os apetece verlos, sólo hacer clic en el enlace:

Amigurumis que inspiran

Pero no se trata únicamente de los amigurumis, el crochet ha evolucionado en menos de diez años como jamás se había visto. Tejen millones de tejedoras en todo el mundo y colaboran entre ellas, pasándose patrones (gratuitos, porfa, porque los de pago hay que respetarlos siempre ), consejos y tips que ayudarán a las que están comenzando, vídeo tutoriales donde se toman su tiempo y explican pasito a pasito cada labor que nos ofrecen…

Por cierto, la web de moda, la mejor en vídeos por categorías en crochet, es Crochet.eu, a nosotras nos ha ayudado muchísimo con cualquier duda que hayamos tenido… os dejo el enlace:

Crochet.eu

No soy vidente ni pretendo predecir el futuro del crochet, pero ya os digo amigas mías que no le veo techo.
Hay miniaturas en crochet y hay crochet XXL… hay verdaderas joyas hechas en este precioso arte, magníficos vestidos incluso para novias… crochet que parece bordado o bolillos, trabajado con tanta precisión que es absolutamente hipnótico para las que vemos el talento de esas puntadas.

No hay techo, seguiremos avanzando, creando cada vez más y mejor… ayudándonos con otras técnicas para que nuestras creaciones sean más y más bonitas, más adorables y arrebatadoras y todo esto, lo haremos porque podemos, porque sabemos y porque somos la leche (es una expresión de mi tierra).

Tengo una profesión que amo

Amo el crochet, amo a las crocheteras y a los crocheteros, que cada vez sois más… amo los amigurumis chuchurríos de la persona que acaba de empezar… amo los bellos amigurumis rusos en los que la realidad difiere bien poco del muñeco… amo los pañitos adorables que se siguen tejiendo con esmero y cariño… amo los grannys square porque me parecen impresionantemente sencillos e increíblemente útiles para hacer todo lo que se nos ocurra.

Amo mi casa, Otakulandia y os amo a vosotras y vosotros, nuestros visitantes, los que nos soportáis y esperáis que compartamos justo lo que necesitáis en ese momento (acertaremos o no, pero siempre intentamos e intentaremos complaceros)… Y por eso, la historia antigua del crochet, a pesar de ser tan larga (más de 5 siglos ¡que se dice pronto!) no tiene nada que ver con la que se nos presenta de aquí en adelante.

Nuestro futuro, el futuro del crochet, está por ver. Y espero disfrutarlo como disfruté, en parte, de su pasado… no tan lejano pero si que hace ya 55 años que comenzó mi historia con un ganchillo metálico, una lana rosa y otra azul y mi primera obra: Un maravilloso cojín con una flor inmensa que me quedó fantástico (eso pensaba yo entonces) y que gustó a toda mi familia.

Gracias mamá… gracias yaya… por enseñarme con paciencia a hacer lo que hago hoy para ganarme la vida. Os quiero y os querré siempre.

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Un comentario

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